Cada año revisamos nuestra vida para saber qué cosas podemos hacer diferente el siguiente año que nos ayude a convertir nuestros sueños en metas que cumplir, y cada año nos prometemos completarlas cambiando los malos hábitos y trabajando todos los días en los pasos que nos lleven a ese propósito

Sin embargo, a pesar de nuestra intención de conseguir cambios permanentes, generalmente nos desmotivamos al poco tiempo dejando pendientes esos pasos que nos llevarían a la vida que deseamos. A veces la voluntad no es suficiente porque los viejos hábitos te jalan y se nos hace difícil lograr un cambio favorable. Como ya hemos experimentado este círculo vicioso en ocasiones anteriores, nuestra autoestima está en riesgo de dañarse debido al fracaso que percibimos una vez más, lo que nos hace sentirnos atorados, frustrados y fuera de balance.

En lugar de enfocarte en las resoluciones, puedes enfocarte en las metas que hayas dejado sin completar.

¿Qué es una meta incompleta?

Una meta incompleta es cualquier cosa que se ha ido sin hacer, sin resolver, que no se ha dirigido o programado. Algunos ejemplos son:

Una nota de agradecimiento nunca enviada
No haberle cambiado el aceite al automóvil
Un escritorio desorganizado, o la bolsa, o el portafolio
Desear pasar más tiempo con la familia, pero no hacerlo una prioridad
Necesitar establecer un plan de negocio pero no programarlo para hacerlo
Saber que la salud está en riesgo, pero no darse tiempo para atenderse
Necesitar dejar una relación destructiva, pero no tener el valor de alejarse

Podemos identificar las metas incompletas observando qué cosas de nuestra lista de pendientes no han sido palomeadas, y también observando nuestros sentimientos, porque nuestro cuerpo nos dice cuando estamos dejando cosas sin completar.

No completar las cosas amenaza nuestro equilibrio

Según las tareas se van amontonando, las actividades no se van atendiendo y los cambios necesarios no se llevan a cabo, nuestra vida es cada vez menos controlable. Sin embargo, lo que más seguido amenaza nuestro estado de equilibrio, es el efecto colateral emocional de algo no completado, más que la misma meta no cumplida. ¿Porqué? Porque las metas truncadas tienen un impacto negativo en nosotros, energéticamente hablando.

Las cosas sin terminar pueden:

«Causar sentimientos de culpa, pánico, ansiedad o depresión

« Nos hacen sentir irritables o enojados

« Nos distraen y nos desilusionan

« Provocan postergación

« Nos impiden vivir en el momento

« Disminuyen nuestra autoestima y confianza

« Disipan el disfrute de nuestra vida

Hazte cargo de lo que tienes pendiente de completar

Si el balance se define como “una sensación de estar centrado”, y si las cosas sin completar tienden a sacarnos de nuestro centro, entonces es esencial identificar los pendientes incompletos de nuestra vida y trabajar regularmente en ellos para eliminarlos definitivamente de nuestra vida. Cuando nos enfocamos en terminar lo que tengamos empezado, abrimos la energía a nuestro alrededor, nos sentimos más en balance y disfrutamos más de la vida.

Observa tu vida reflejada en el modelo de arriba. Por cada uno de los nueve elementos y de las cuatro esquinas, pregúntate ¿Qué cosas tengo sin terminar? Revisa tus sensaciones también según haces esto, no solamente tu lista de pendientes. Comienza por hacer una lista maestra de pendientes tangibles y emocionales no completados.

Revisa esta lista y determina cómo te harás cargo de cada uno de tus pendientes. ¿Con qué cosa puedes comenzar de inmediato? ¿Cuáles se pueden delegar? ¿Qué cosa necesitas programar para una fecha próxima? ¿Qué recursos necesitarás para completar ciertas tareas? Escribe tu plan de acción.

Dedica un tiempo concentrado en los pendientes que puedas atender inmediatamente. Eliminando los más pequeños, liberarás energía para enfocarte en completar las tareas más emocionales.

Recuerda que manejar algo que no has completado puede significar también eliminarlo definitivamente de tu lista. ¿La idea de completar algo que tienes pendiente te motiva o te hunde? Quitar los elementos que no deseas completar te quita también de mucha presión, así que date el tiempo de revisar tu lista con detenimiento y que esta sea tu primera acción antes de hacer tu plan de trabajo para cada uno de los pendientes anotados, haz una limpieza y que solo queden las cosas que sí deseas cumplir.

Cuando te tomas el tiempo de reunir todas las cosas que tienes sin completar y en las cuales deseas trabajar para conseguirlas, podemos lograr una visión clara de lo que es importante para nosotros conseguir y de lo que estamos dispuestos a dejar ir. Implementar este principio regularmente a lo largo del año puede tener un gran impacto en tu vida, mucho más que una resolución de año nuevo. El equilibrio y el éxito se pueden obtener simultáneamente, así que recuerda estas palabras y siempre en este orden:

SER
HACER
TENER

Primero debes lograr ser como quieres ser
Después debes hacer lo que tienes que hacer para cumplir tus meta
Y entonces podrás tener lo que desees en la vida

Estimado lector, espero que esta información te ayude a terminar con ese hábito de dejar las cosas empezadas para evitarte el estrés y la presión que esto te causa. Escríbeme tus comentarios, me encantará saber lo que piensas sobre esto. Te deseo lo mejor y organízate para vivir mejor.

Maca

 

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