Las frustraciones las descargamos con enojos “hacia los demás” cuando en realidad es un enojo con nosotros mismos. Si no estás haciendo lo correcto con tus pendientes, con tus metas, con el Hogar o la familia, la manera de proyectarlo es el enojo.

Nos escribió Katherine, comentándonos sobre lo mucho que se enoja con los que tiene a su alrededor,  pareciera que cualquier cosa la prende, y le respondimos con algunos consejos que ahora compartirmos contigo, por si tú también estás en este problema.

Cuando nos enojamos dos o tres veces al día o aunque sea una sola vez al día, quiere decir que estamos muy propensos a ello y que lo más seguro es que tengamos algún disparador programado, para que cuando nos digan determinada cosa, cuando alguien se comporte de cierta manera o nos diga ciertas palabras, se nos dispare una programación que tenemos muy bien guardada en nuestro interior y cuya causante debe haber sido alguna mala experiencia del pasado que nos dejó esa secuela.

También puede ser que no nos sintamos satisfechos con nuestro trabajo, con nuestra vida, con la pareja, con la falta de atención a nuestro desarrollo personal, con no poder alcanzar nuestras metas, con no estar cumpliendo con la atención a uno mismo, a la pareja o a la familia. Las frustraciones las descargamos con enojos “hacia los demás” cuando en realidad es un enojo con nosotros mismos. Si no estás haciendo lo correcto con tus pendientes, con tus metas, con el Hogar o la familia, la manera de proyectarlo es el enojo. Así que aprende a observarte para que te des cuenta de cuándo es que se dispara este comportamiento para que comiences a trabajar en él y lo elimines por completo de tu vida.

El primer paso para que puedas cambiar este comportamiento, entonces, es darse cuenta de que te enojas fácilmente. Si tienes problemas con tu hermana, la vecina y el carnicero, o si tienes problemas con algún compañero de trabajo, con el que lava los coches y con la cajera del banco, date cuenta de que el común denominador en todos los ejemplos eres tú. Tienes un problema que debes solucionar y lo bueno es que lo puedes lograr.

El siguiente paso es comprender que el enojo no es con los demás ni por los demás sino contigo mismo, y debes de averiguar la causa. Si es algo que te tiene frustrado porque no lo has logrado en tu vida, o es un comportamiento que traes por alguna situación que enfrentaste en el pasado que te dejó esa insatisfacción. Mi recomendación es que, si sientes que no puedes lograr este cambio solo(a), busques ayuda profesional con un psicólogo para que puedas liberar ese enojo y vivir tranquilo contigo mismo, porque cuando nos sentimos bien internamente, todo mejora en las relaciones con los demás.

Aparte de eso, también puedes ir entrenándote para lograr el cambio de este comportamiento, y lo primero es estar alerta aquí y ahora, para que te des cuenta de cuando es que estás comenzando a exaltarte, para que lo evites. Si te observas a ti mismo y tratas de analizar la situación, lo más seguro es que el enojo desaparecerá, porque el cerebro no puede analizar y estar enojado al mismo tiempo.

Al principio no te darás cuenta hasta que el problema ya haya pasado, así que tómate un momento a solas para analizar cuál fue la razón de tu enojo, qué cosa dijo la otra persona que te alteró, que dijiste tú, de qué se trataba el problema, porque ahí puedes comenzar a descubrir las cosas que disparan tu enojo, para que las vayas identificando y que puedas cambiar tu conducta antes de que el enojo llegue.

Según vayas practicando a observarte, irás logrando descubrir el enojo anticipadamente, porque reconocerás las señales, entonces, respira profundo, si puedes, pídele a la persona que te de un momento y ve al baño, respira profundo varias veces y piensa que no vale la pena que te alteres por lo que esta persona te esté diciendo, vuelve entonces a salir y continúa la conversación de la manera más calmada que puedas, y una vez más, al terminar, date un momento para analizar qué fue lo que te alteró.

Esta práctica continua le irá dando a tu cerebro la idea de que deseas cambiar este comportamiento, pero es importante que lo practiques diariamente con todo aquél que sueles alterarte, y todos los días, eso te entrenará para que aprendas el nuevo comportamiento del control.

Debo confesarte que hace muchos años, yo tenía también este problema, me enojaba muy fácilmente y una vez leí en algún lado lo que el organismo trabaja cuando nos alteramos, porque alteramos el funcionamiento de órganos y sistemas, y también decía que para recuperar la calma anterior, nos tardábamos por lo menos un par de horas con lo que esto significaba como desgaste para nuestro organismo. Así que tomé la decisión de cambiar ese comportamiento y trabajé en ello, como te lo indico, hasta que fui logrando la paz interior que necesitaba para vivir bien conmigo misma y por lo tanto también con los demás. Si te enojas varias veces al día, ¿te das cuenta de lo que estás haciendo trabajar a tu organismo para alterarse y luego para calmarse una y otra vez?

Piensa en esto y también trata de descubrir qué situación del pasado te dejó esta frustración para que trabajes en ello. Debes trabajar en aceptarte a ti mismo tal y como eres haciendo una lista de las cosas que no te gustan y que puedas cambiar, recuerda que solo te puedes cambiar a ti mismo, no a los demás y que solo estamos hablando de cambiar los comportamientos, las conductas, los hábitos y tu imagen, porque lógicamente no podrás cambiar nada físico.

Haz una lista de los comportamientos y hábitos que no te gusten, organízala por prioridades, el que te parezca más urgente de cambiar lo pondrás en el número uno y así hasta terminar. Después trabaja en el primero tratando de estar alerta para observarte, y que cuando veas que va a surgir ese comportamiento que no quieres, lo cambies por el nuevo que deseas adquirir, la repetición es la que terminará por convertirlo en un hábito y desaparecerá el anterior. Cuando te sientas seguro con este cambio, toma el siguiente de tu lista y haz lo mismo, así poco a poco lograrás irte modelando como la persona que deseas ser sintiéndote bien contigo mismo y con los demás. Cuando haces esto, en lo primero que notas la diferencia es en la comunicación con los demás, te parecerá que las personas que están cerca de ti habrán cambiado y te parecerá curioso pero serás tú el que habrá cambiado. ¡Inténtalo!

También te recomiendo que revises con calma el sitio porque tenemos muchos artículos ya publicados sobre el tema, que pueden irte ayudando a lograr estos cambios y tus metas. Espero que estos consejos te ayuden a comenzar este camino del cambio en tu vida. Te deseo lo mejor y recuerda que ¡la práctica hace el hábito!
Maca

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Maca Hernandez
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México, CDMX

 

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